5 buenas prácticas para la lectura de noticias

Contra las noticias falsas y la desinformación es necesaria la educación mediática e informacional. Hablamos de cómo leer noticias y qué prácticas pueden ayudarnos.

Decía Divina Frau-Meigs, profesora de Ciencias de la Información y Comunicación en la Universidad Nueva Sorbona de París, en un texto publicado en El correo de la Unesco, que «las noticias falsas constituyen un fenómeno que entra en el ámbito de la desinformación, y su intención nociva tiene repercusiones sin precedentes porque la informática las convierte en virales, al facilitar que traspasen fronteras y contagien a toda clase de medios». Es por ello que la estrategia de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) emprendida por la UNESCO trata de alfabetizar a la sociedad en el ámbito de los medios de comunicación y la información para que puedan discernir qué noticias deben ser cogidas con pinzas y cuáles son veraces.

En este sentido, ni que decir tiene la importancia que adquiere también la toma de conciencia por parte de los periodistas a la hora de llevar a cabo buenas prácticas con el fin no sólo de restaurar la confianza en la profesión periodística, sino también para no crear entre la población alarmismo y desinformación.

5 buenas prácticas para leer noticias

Hasta que la conciencia de ejercer el periodismo con responsabilidad llegue a todos los profesionales y se creen herramientas que distingan aquellos contenidos que incorporen la ética periodística y las libertades fundamentales, depende de nosotros como consumidores de información distinguir entre unos contenidos y otros. Para ello hay algunas buenas prácticas que podemos tener en cuenta a la hora de leer noticias.

1. Entrenar el espíritu crítico

La parte más difícil a la hora de leer una noticia, pero también de elaborar nuestra propia opinión sobre algo. La mayoría de los que pertenecemos a la generación de los 70 y los 80 no tuvimos la oportunidad de desarrollar un espíritu crítico en la escuela. Las clases magistrales y los exámenes de memoria poco ayudaban a fomentarlo, y el trabajo parte más de las inquietudes personales de cada cual o de si el interés por ese fomento partía del entorno familiar.

La cuestión es que a la hora de analizar una información, debemos intentar trabajar ese espíritu crítico desde la reflexión de lo que estamos leyendo.

«Los defensores del pensamiento crítico hacen temblar los pilares de las verdades más conocidas dondequiera que ellos posan su mirada» (Lessing)

2. Buscar la misma noticia en varios medios

Gracias a las herramientas que nos ofrecen los grandes buscadores de internet podemos localizar una misma noticia en diferentes medios, incluso soportes (audio, vídeo, texto, podcast…). Esto nos permite hacer una valoración del contenido más reflexiva, ver otros puntos de vista, completar la información.

3. Utilizar herramientas de verificación de contenidos

En un intento por poner fin a las noticias falsas, se han creado algunos instrumentos para intentar localizarlas. Así, encontramos Décodex del diario Le Monde, que nos dice si un sitio web es fiable o no en función del contenido. En cuanto a las imágenes, RevEye de Google permite verificar si una imagen ya ha sido publicada antes y cuántas veces. Desde Factcheck.org, un proyecto de la Universidad de Pensylvania, quieren analizar las noticias difundidas por los medios. En su sección sobre contenido viral explican a los usuarios si una información es veraz o no, y son los propios usuarios los que pueden realizar una consulta. Sin embargo, debemos tener en cuenta que está más centrado en la información que circula en Estados Unidos.

4. Analizar las fuentes

Otro punto importante en toda información que caiga en nuestras manos: a qué fuentes ha recurrido el periodista, qué bagaje profesional tienen, por qué esas fuentes. No todas las fuentes consultadas tienen por qué ser expertas en el tema en cuestión. Por ello, pararse a analizar las fuentes puede ser un buen ejercicio para valorar si el contenido realmente se sustenta en información de calidad, útil, verdadera.

5. Valorar la calidad del contenido

Además de cómo esté escrito el texto (sin faltas de ortografía, con una edición detrás y con una estructura coherente), podemos valorar la calidad en base a la información que aporta el texto: datos, gráficos, enlaces de interés, información relacionada, imágenes de calidad, vídeos, etc. Cualquier elemento que complete la noticia en cuestión puede ser valorado como positivo, siempre que aporte realmente un valor añadido al lector.

 

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